Otro tema que ronda por mis pensamientos y que quiero compartir contigo es éste, pues viajando lo vivo constantemente.
En mi caso yo soy muy curioso y me gusta aprender de las personas, conocer su historia, su vida y sus opiniones, más que contar la mía, pues ya la conozco 🙂 y de todas formas no es fácil mantener la atención.
Además percibo que a la gran mayoría nos gusta ser escuchados, que normalmente preferimos contar nuestra historia que aprender con la historia de otros, que muchas veces estamos pensando en que decir o responder y no escuchamos lo que el otro esta diciendo, que muchas veces escuchamos lo que queremos escuchar e ignoramos lo que no estamos preparados a entender, que a veces aunque nos dicen una cosa entendemos otra, que somos seres humanos con deseos similares.
Que todo parece tan sencillo pero se vuelve tan complejo que no entendemos el mensaje y creo que todo radica en que no estamos conectados con el momento presente.
Que muchas veces decimos algo y ya estamos esperando una determinada respuesta o reacción y que eso nos impide ver y conocer más a nuestro interlocutor y a nosotros mismos.
Que muchas veces hablamos más de la cuenta, que dejamos de ser consecuentes con nuestras acciones, que hablamos más y actuamos menos, que nos generamos falsas expectativas, que volvemos a preguntar lo mismo y que dejamos de captar el mensaje que la otra persona o el entorno quiere transmitirnos. Que nuestra mente esta tan ocupada que se nos escapan los mensajes más simples.
Por eso te invito a que te detengas a escuchar con mucha atención todos los mensajes, que incluso te escuches más a ti mismo, que te conectes con el presente, que hagas pausas para analizar y ser conciente de esto, que si puedes practiques meditación y que estes dispuesto a aprender de todos y todo a tu alrededor.

¿Y a ti te gusta más hablar o escuchar?